Descifrando el código del carbono
La nueva directiva CSR adopta una doble perspectiva de materialidad: Por una parte, las empresas deben documentar los efectos de los aspectos de sostenibilidad sobre la situación económica de la empresa (vista desde fuera hacia dentro) y, por otra parte, también los efectos de la empresa sobre los seres humanos y el medio ambiente (vista desde dentro hacia fuera). Exige información acerca de los objetivos en materia de sostenibilidad, la gestión empresarial sostenible, los efectos negativos más importantes del modelo de negocio, la estrategia, así como la gestión de riesgos y oportunidades.
Todas las empresas sujetas a la obligación de informar deben informar con ayuda de unos indicadores clave de rendimiento exactamente definidos cuántas emisiones de gases de efecto invernadero causa su empresa. Debido a que la recopilación de los datos requiere mucho tiempo y recursos, resulta crucial comenzar lo antes posible con la implementación para la CSRD.
Por lo tanto, la CSRD también exige información detallada acerca del consumo energético y el balance de GEI. Para recopilar estos datos las empresas deben crear las condiciones marco requeridas, como, p. ej., la instalación de dispositivos de medición de energía y la integración del software de gestión de energía para registrar los consumos y para contabilizar las emisiones. Como empresa especializada con muchos años de experiencia en este ámbito, Janitza puede ayudarle en su camino hacia la neutralidad de carbono con una tecnología de medición y un software adecuados. A petición, también puede brindarle su apoyo en la implementación integral de un proyecto —desde la planificación hasta la puesta en servicio—.
GridVis® hace que los complejos procesos de evaluación de las emisiones de CO₂ se vuelvan más sencillos. Aquí las importaciones de datos y la incorporación de contadores a través de Modbus permiten integrar los vectores energéticos y materiales auxiliares en el software. Unos dispositivos virtuales permiten convertir todos los valores de consumo directamente en emisiones de CO₂ y formar unos indicadores clave de rendimiento para el análisis sencillo del consumo, de los costes y de CO₂.
En nuestro proyecto de demostración podrá familiarizarse con las funciones de GridVis®. Puede encontrarlo en: https://www.gridvis-energy.de (iniciar sesión con el usuario: demo, contraseña: demo). En la sección sobre la monitorización de CO₂ obtendrá, entre otras cosas, una visión de los paneles para registrar las emisiones de CO₂, así como una visión general de los diferentes medios energéticos y reducciones de CO₂.
Los límites temporales (qué año base se utiliza para el cálculo), organizativos (localizaciones) y operativos (fuentes de emisiones).
El alcance 1 incluye las emisiones que se generan directamente a partir de las actividades de la empresa propia, el alcance 2 define las emisiones que no se originan directamente en la empresa, pero que surgen durante la generación de energía que consume la empresa, y el alcance 3 comprende todas las demás emisiones indirectas que se originan en la cadena de valor de una empresa.
Corporate Sustainability Reporting Directive (CSRD)
En enero de 2024, la UE sustituyó la Directiva sobre información no financiera (NFRD, por sus siglas en inglés) oficialmente por la Directiva de Información Corporativa en materia de Sostenibilidad (CSRD, por sus siglas en inglés), más rigurosa. Como consecuencia, en el futuro las empresas alemanas estarán obligadas a presentar anualmente un informe de sostenibilidad. Esto afecta a:
Para determinar el balance de CO₂ se necesitan unas soluciones de hardware y software, p. ej.:
Entre la urgencia ecológica y las exigencias sociales
En muchas empresas, la sostenibilidad ya está establecida como un importante objetivo de la gestión empresarial y en el futuro seguirá cobrando importancia, también debido a los requisitos legales. En el futuro, todas las empresas deberán presentar un balance de CO₂. Un balance de CO₂ de este tipo debe tener en cuenta varias perspectivas:
Los datos desempeñan un papel crucial en la contabilización de CO₂. Por esta razón, la generación de valores de medición directamente “in situ” y su integración en una base de datos central forman la base para el procesamiento posterior y el análisis de los datos. Esto no solo requiere una coordinación precisa, sino también unas soluciones estandarizadas y a la vez adaptables que cumplan los requisitos específicos. Con su experiencia en el registro de datos para la contabilización de CO₂, así como con sus soluciones de hardware y software, Janitza ofrece la respuesta adecuada a este desafío.
Así, por ejemplo, por encargo de un cliente se desarrolló y se instaló para una empresa de ámbito global con numerosas localizaciones un sistema estandarizado a escala mundial para el registro local del consumo energético de las plantas de producción y los centros de desarrollo en diferentes países. Adicionalmente, Janitza ofrece servicios, entre otros, a través de una asistencia de planificación, cursos de formación y soporte técnico.
Con el software GridVis® se identifican potenciales de ahorro de energía.
Además, es posible analizar los parámetros medidos para detectar en una fase temprana posibles interrupciones de la fabricación y para optimizar los tiempos de utilización de los equipos técnicos. El software escalable y de fácil manejo es perfecto para la creación de sistemas de monitorización de la energía, de la corriente diferencial (RCM) y de la calidad de la tensión de acuerdo con la norma ISO 50001.
Empresas que ya están sujetas a la Directiva sobre información no financiera (NFRD, por sus siglas en inglés)
Empresas que cumplan al menos dos de los siguientes criterios: > 250 empleados, > 40 millones de € de volumen de ventas, > 20 millones de € de balance total
Pymes que coticen en bolsa, excepto microempresas
Empresas con empresas matrices de terceros países, que generen en la UE un volumen de ventas total del Grupo > 150 millones de € en 2 años consecutivos
Medios energéticos: electricidad, agua, gas, calefacción urbana, aire comprimido
Solución de sistema formada por:
Tecnología de medición adaptada para la medición en tres niveles: la tecnología de medición adaptada a cada rango de medición permite realizar la medición en todos los niveles —desde la alimentación hasta el consumidor—.
Janitza ofrece unas soluciones completas en el ámbito de la tecnología de medición de energía. Estas comprenden el hardware y el software adecuados, así como servicios desde la planificación hasta cursos de formación y asistencia al cliente, pasando por la instalación y la puesta en servicio . Las prestaciones de los dispositivos de medición abarcan desde la medición de la corriente y tensión hasta la monitorización de la corriente diferencial, pasando por el registro de la potencia reactiva y la calidad de red.
Además del registro de datos, Janitza ofrece unas soluciones completamente integradas para la administración, la monitorización y el control activo de los flujo de carga (gestión activa de la carga). Esta oferta garantiza la máxima seguridad de suministro y una rentabilidad mejorada provenientes del mismo proveedor.
Your request is important to us and we guarantee fast and professional processing.
Una reducción eficaz de CO₂ comienza con una contabilización fundada de CO₂ a través de unos datos transparentes. Esto requiere un registro detallado de las emisiones. Por este motivo, en el primer paso es necesario monitorizar el consumo energético propio durante la utilización de corriente, gas, calor y agua. Generalmente estos datos pueden registrarse y evaluarse automáticamente por medio de una tecnología de medición adecuada. Debido a que una empresa influye por sí misma en estos consumos de energía, puede adoptar directamente las correspondientes medidas de reducción.
Janitza acompaña a su empresa en el camino hacia la descarbonización. Las soluciones de hardware y software de Janitza le permiten generar unos datos de medición precisos y actuales que constituyen la base para determinar su huella de carbono. Sobre esta base, usted puede establecer unos objetivos de reducción concretos siguiendo el reglamento del Protocolo de GEI, así como derivar e implementar las medidas correspondientes. Un balance anual de CO₂ le permite comprobar la eficiencia de estos pasos. Usted podrá compensar las emisiones restantes por medio de unos proyectos certificados. En este contexto también resulta importante que usted proporcione información transparente sobre todas las medidas.
¿Desea saber cómo Janitza se compromete activamente como empresa con la reducción de su propia huella de carbono, con el fin de lograr para el año 2030 su objetivo de alcanzar la neutralidad de carbono?
Una huella de carbono o balance de gases de efecto invernadero crea transparencia acerca de las emisiones en la empresa y, por esta razón, constituye la base para las medidas adoptadas con el fin de crear y mejorar una estrategia climática. Es la contabilización sistemática de las emisiones de gases de efecto invernadero. A tal efecto se contemplan todos los gases de efecto invernadero con un impacto climático significativo; estos se expusieron en el Protocolo de Kioto.
Se contabilizan los siguientes gases de efecto invernadero:
A pesar de que se tienen en cuenta todos los gases de efecto invernadero responsables del calentamiento global, se habla de “huella de carbono” porque el dióxido de carbono se utiliza como referencia para todos los gases de efecto invernadero incluidos. Los valores entre paréntesis (GWP) representan el potencial de calentamiento global (Global Warming Potential, GWP) del respectivo gas, donde al CO₂ como valor de referencia se le asignó un GWP de 1. Por lo tanto, un GWP de 25 equivale a 25 veces el potencial de calentamiento global de CO₂. Otros gases de efecto invernadero se convierten a equivalentes de CO₂ (CO₂e) para establecer una comparabilidad.
El resultado de un balance de CO₂ es la huella de carbono. Esta ofrece información sobre la cantidad de gases de efecto invernadero que emite una empresa, un producto, un proceso, un proyecto o un evento. La huella de carbono se indica en equivalentes de CO₂ (CO₂e).
Janitza le ayudará gustosamente a determinar los indicadores clave de rendimiento para su huella de carbono.
Huella de carbono corporativa (CCF, por sus siglas en inglés)
En el caso de la huella de carbono corporativa se determinan todas las emisiones de gases de efecto invernadero de una empresa durante un año y se resumen en un balance de CO₂. La huella de carbono individual es un instrumento importante y útil para evaluar el impacto climático específico de una empresa. Con ayuda de la huella de carbono pueden derivarse los objetivos de reducción y las medidas adecuados, y representarse en el informe de sostenibilidad.
Además, la huella de carbono permite reconocer rápidamente qué áreas de la empresa son las que más gases de efecto invernadero emiten y dónde se encuentra el mayor potencial para adoptar medidas de reducción. Esto también tiene una gran importancia económica, pues los mayores generadores de emisiones a menudo también son los mayores generadores de costes en la empresa.
Por lo tanto, la huella de carbono corporativa, determinada de forma periódica, es un importante indicador del progreso y del éxito del compromiso de sostenibilidad de una empresa.
Huella de carbono de producto (PCF, por sus siglas en inglés)
La huella de carbono de producto (PCF) designa el balance de las emisiones de gases de efecto invernadero a lo largo del ciclo de vida completo de un producto específico.
La huella de carbono de producto adopta una perspectiva holística que va desde la adquisición de las materias primas hasta la entrega (“de la cuna a la puerta”) y posiblemente incluso tiene en cuenta la duración de uso y la eliminación de residuos (“de la cuna a la tumba”).
La huella de carbono de sus productos también puede derivarse del balance de CO₂ de su empresa. Esto le permite cuantificar las emisiones de CO₂ en relación con los productos o pedidos e identificar los pedidos de los clientes o los servicios individualmente en cuanto a sus emisiones de CO₂. De esta manera, usted como empresa da a sus clientes la posibilidad de contribuir de forma específica a la conservación del medio ambiente.
El núcleo de la gestión climática en la empresa es la contabilización de los gases de efecto invernadero, que crea transparencia acerca de las mayores fuentes de emisión en la empresa y permite deducir potenciales de reducción. Alrededor del 75 % de las emisiones de gases de efecto invernadero a escala mundial es generado por la transformación de vectores energéticos, como carbón, petróleo o gas natural, en electricidad, calor o combustibles, por lo que este ámbito también ofrece el mayor potencial de ahorro.
La información de las empresas referida al clima divide las emisiones de gases de efecto invernadero en 3 alcances:
A menudo, la determinación de las emisiones es un desafío complejo que requiere el apoyo de unos socios externos. Sin embargo, los indicadores clave de rendimiento necesarios pueden determinarse por medio de unos dispositivos de medición y unas soluciones de software adecuados. Además, si la empresa ya dispone de un avanzado sistema de gestión energética, el esfuerzo adicional para una ampliación a la gestión climática es mínimo, por ejemplo, parametrizando los dispositivos de medición en el software GridVis® y agregando el panel de CO₂.
La contabilización puede llevarse a cabo tanto a nivel corporativo (huella de carbono corporativa, CCF) o a nivel de producto (huella de carbono de producto, PCF). Como marco normativo se utilizan el Protocolo de GEI (GHG, por sus siglas en inglés), así como las normas ISO 14001, ISO 14064 e ISO 14067.
La CSRD exige de las empresas que están sujetas a esta obligación unos amplios indicadores clave de rendimiento en materia de consumo energético y balance de gases de efecto invernadero. Janitza le ayudará gustosamente a determinar estos indicadores clave de rendimiento.
Con temas como los recursos, las aguas residuales y los residuos, la gestión climática forma parte de la gestión medioambiental que, a su vez, se integra en la gestión de la sostenibilidad. A diferencia de otras áreas, como la gestión energética, aún no existe ninguna norma explícita para un sistema de gestión climática estructurado.
Sin embargo, a tal efecto pueden utilizarse partes de un sistema de gestión medioambiental según ISO 14001. Para determinar la huella de carbono corporativa (CCF) y la huella de carbono de producto (PCF) existen diferentes normas, particularmente el protocolo de GEI (GHG Protocol), la norma ISO 14067 y la norma ISO 14064. Estas se utilizan como principios más comunes para un balance de CO₂ o para la creación de una prueba de información o de un certificado.
A menudo, el reglamento EMAS (Eco-Management and Audit Scheme) constituye la base de los sistemas de gestión medioambiental. Se considera un estándar voluntario para la gestión medioambiental y fue desarrollado por la Unión Europea.
Adicionalmente, la Directiva de Información Corporativa en materia de Sostenibilidad (CSRD, por sus siglas en inglés) de la UE regula la divulgación de información no financiera, incluyendo los datos climáticos, para determinadas empresas en la Unión Europea.
Los diferentes estándares en los ámbitos de la gestión energética, climática y medioambiental coinciden en algunas partes. Por ejemplo, el reglamento EMAS también contiene los contenidos básicos de la gestión climática. Además, los requisitos y las normas pueden variar en función de la región y del sector.
Con el fin de minimizar lo más posible las consecuencias del cambio climático, es necesario reducir drásticamente las emisiones de gases de efecto invernadero y adoptar medidas para la protección climática. Aunque la sostenibilidad tenga muchos aspectos, tanto en la percepción pública como en la futura directiva CSRD, la protección climática ocupará un primer plano, centrándose en el consumo energético y en el balance de gases de efecto invernadero. El ahorro de CO₂ se ha identificado como uno de los factores más importantes en los esfuerzos de la economía por una mayor sostenibilidad. Además, se identifican otras ventajas:
Un sistema de gestión energética existente es la base fundamental para la ampliación a un sistema de gestión climática, porque gran parte de las emisiones de CO₂ se originan durante la generación de energía para la empresa, de modo que en la mayoría de los casos el alcance 1 y el alcance 2 ya están disponibles casi por completo o pueden determinarse de forma relativamente sencilla.
El esfuerzo adicional para una ampliación a un sistema de gestión climática es mínimo, por ejemplo, mediante la parametrización de los dispositivos de medición en el software GridVis® y la ampliación con el panel de CO₂.
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