Como fabricante de tecnología de medición de energía, Janitza electronics desde siempre ha tenido una estrecha relación con el suministro energético y la eficiencia energética.
Como fabricante de tecnología de medición de energía, Janitza electronics desde siempre ha tenido una estrecha relación con el suministro energético y la eficiencia energética.
“En una época en la que los efectos del cambio climático se sienten cada vez más, la protección del medio ambiente y la conservación de nuestro planeta se cuentan entre los mayores desafíos.
Como empresa que ofrece dispositivos de medición de energía y soluciones para un uso optimizado de la energía, Janitza siente una particular responsabilidad. Por este motivo, desde hace muchos años estamos activamente comprometidos con la reducción de nuestra huella de carbono”.
Alexander Veidt, director general de Janitza electronics GmbH
Janitza apoya la iniciativa Jobbike. En el año 2022, nuestros empleados recorrieron más de 16.000 km en bicicleta. Esto equivale a un ahorro de 2,6 t de CO₂ o a la absorción por 260 árboles.
Gracias a la reducción de la impresión en papel y a la separación de residuos con reciclaje se protegen los recursos.
La instalación y el uso compartido de las estaciones de carga eléctrica es una oferta para los empleados para cargar sus vehículos eléctricos, incluso en horario laboral.
La empresa ha realizado diferentes proyectos para el ahorro de energía en el día a día laboral, como, por ejemplo, la modernización de los sistemas de iluminación mediante LED o el control de los detectores de presencia.
Como parte de sus esfuerzos por lograr una mayor sostenibilidad en su camino hacia la neutralidad de carbono, Janitza se encuentra en estrecho intercambio con diferentes socios y proveedores, entre otros, con:
La asociación alemana de compradores de energía (VEA, por sus siglas en alemán) como consultora de energía para las pequeñas y medianas empresas
La iniciativa de la VEA para unas pymes respetuosas con el clima apoya a las pequeñas y medianas empresas a actuar de forma más respetuosa con el clima y a ahorrar CO₂.
Reginee: la red REGIonal de la VEA para Eficiencia Energética y protección climática: una asociación de empresas regionales con el propósito de reducir las emisiones de CO₂, reducir de forma sostenible los costes de energía y emprender el camino hacia la neutralidad climática
La red corporativa para la protección climática: una plataforma de la Cámara de Industria y Comercio alemana (IHK, por sus siglas en alemán) para las empresas que quieren contribuir activamente a la protección climática y mejorar sus conocimientos en materia de protección climática, en cooperación con la agencia de energía del estado federado de Hesse (LEA, por sus siglas en alemán).
La reducción de los gases de efecto invernadero no solo es un imperativo ecológico, sino también un imperativo económico y social. Las empresas tienen una responsabilidad esencial en la mitigación del cambio climático, minimizando su huella ecológica y, al mismo tiempo, movilizando a la sociedad hacia un futuro más sostenible.
En el camino hacia un futuro sostenible, perseguimos un amplio enfoque para la protección climática y la conservación de los recursos. Este enfoque integra unas estrategias innovadoras para minimizar el impacto medioambiental y fomentar un crecimiento sostenible.
Para alcanzar la neutralidad de carbono es necesaria la participación de cada persona de la empresa. Solo así es posible implementar los ambiciosos objetivos en el día a día.
El primer paso en el camino hacia la neutralidad de carbono es una amplia transparencia en relación con las emisiones de CO₂. Esto incluye el registro y el análisis sistemáticos del respectivo consumo y de las emisiones resultantes. Los datos obtenidos constituyen la base para todas las demás medidas y permiten hacer visible y comprobable el éxito de las mismas. Como expertos en la tecnología de medición de energía, nos resulta fácil registrar las emisiones de CO₂ de alcance 1 y alcance 2 (es decir, las emisiones de CO₂ generadas directamente en la empresa o por energía adquirida). Desde el año 2013, en Janitza ya se registran y evalúan detalladamente los consumos energéticos en el marco de un sistema de gestión energética certificado. Las emisiones de alcance 3 (originadas dentro de la cadena de valor, pero fuera de la empresa) son más difíciles de registrar. En este contexto, Janitza colabora estrechamente con la empresa ClimatePartner. Esta cooperación nos permite cuantificar y evaluar con la mayor precisión posible las emisiones de CO₂ de nuestra cadena de valor.
En el segundo paso se definen los objetivos corporativos para reducir las emisiones de CO₂. Janitza se ha marcado el objetivo de reducir cuanto antes y, en la medida posible, por sus propios medios, pero a más tardar para 2030, sus emisiones a un mínimo por medio de unas medidas correspondientes y la compensación . A tal efecto es necesario reducir lo más posible las emisiones de los tres alcances y compensar la cantidad restante.
Cada kilovatio hora no consumido ayuda más al medio ambiente que una compensación económica. Por esta razón, en el tercer paso aplicamos las medidas adecuadas para reducir las emisiones de CO₂.
Estas abarcan desde grandes proyectos, como la puesta en servicio de un sistema fotovoltaico adicional y el cambio de la flota corporativa a vehículos eléctricos, hasta pequeñas medidas, como la reducción de la impresión en papel.
De esta manera actualmente Janitza ya ha reducido sus propias emisiones de CO₂ a diferentes niveles, siempre pensando en el objetivo de lograr ahorros adicionales en los próximos años.
Las emisiones de CO₂ inevitables se compensan por medio de unos proyectos de compensación de carbono certificados. Está demostrado que estos proyectos reducen, evitan o captan los gases de efecto invernadero, y se certifican de acuerdo con unos estándares internacionales, como el Verified Carbon Standard o el Gold Standard.
Un componente elemental de la estrategia de carbono es la prueba de que los cálculos de las emisiones son correctos y de que los proyectos de compensación hacen una contribución real a la protección climática que puede demostrarse de forma concreta. En este contexto resulta importante la transparencia clara a lo largo del camino completo hacia la neutralidad de carbono. Con el fin de satisfacer esta exigencia , Janitza está certificada por un instituto independiente .
Biodiversidad La reducción de los gases de efecto invernadero frena el cambio climático y contribuye a conservar numerosos ecosistemas.
Eficiencia de los recursos Gracias a la reducción de las emisiones de CO₂, por ejemplo mediante unos procesos energéticamente más eficientes, también se minimiza el consumo de otros recursos.
Fenómenos meteorológicos extremos Una reducción de los gases de efecto invernadero puede reducir la frecuencia y la intensidad de los eventos climáticos extremos, como huracanes, inundaciones y sequías.
Nivel del mar Un aumento de las temperaturas globales causa el deshielo de los casquetes polares y, por consiguiente, el aumento del nivel del mar. Esto hará que las regiones costeras sufran un cambio fundamental. Cuanto menor sea el aumento de las temperaturas, menor será el impacto de estos cambios.
A largo plazo, queremos reducir nuestro balance de CO₂ por nuestros propios medios al nivel más bajo posible; a tal efecto hemos acordado unos objetivos climáticos que abordaremos con un gran compromiso en los próximos años. Estos pueden verse en la página de ClimatePartner.
También en el futuro, Janitza participará cada vez más en cooperaciones y foros especializados para compartir sus propias experiencias con otras empresas y para apoyarlas en el camino hacia la neutralidad de carbono.
Actualmente, los dispositivos de medición de energía de Janitza, en combinación con el software de visualización de red GridVis®, permiten representar el consumo energético en parámetros característicos de CO₂. Desarrollamos continuamente nuestro software para ofrecer a nuestros clientes unas soluciones a medida en el futuro.
Todo lo que usted debe saber: fundamentos, estrategias y soluciones para un futuro sostenible
Ventajas reglamentarias A medida que avanzan los acuerdos climáticos globales, la adaptación temprana a unos estándares de emisiones de CO₂ más bajos ofrece una ventaja competitiva.
Valor de marca Un compromiso con la sostenibilidad refuerza la imagen de marca y puede incrementar la fidelización de los clientes.
Nuestros dispositivos de medición de energía hacen que los flujos de energía sean transparentes. Esta es la base más importante en el camino hacia la neutralidad de carbono. La transparencia energética crea hechos claros y contribuye a cuantificar y a hacer tangible este complejo tema. Así sabemos en todo momento dónde nos encontramos, dónde están los potenciales de mejora y podemos tomar en el presente importantes decisiones para el futuro.
¿Desea saber qué contribución puede hacer la tecnología de medición de Janitza a su contabilización de CO₂?
Una huella de carbono o balance de gases de efecto invernadero crea transparencia acerca de las emisiones en la empresa y, por esta razón, constituye la base para las medidas adoptadas con el fin de crear y mejorar una estrategia climática. Es la contabilización sistemática de las emisiones de gases de efecto invernadero. A tal efecto se contemplan todos los gases de efecto invernadero con un impacto climático significativo; estos se expusieron en el Protocolo de Kioto.
Se contabilizan los siguientes gases de efecto invernadero:
A pesar de que se tienen en cuenta todos los gases de efecto invernadero responsables del calentamiento global, se habla de “huella de carbono” porque el dióxido de carbono se utiliza como referencia para todos los gases de efecto invernadero incluidos. Los valores entre paréntesis (GWP) representan el potencial de calentamiento global (Global Warming Potential, GWP) del respectivo gas, donde al CO₂ como valor de referencia se le asignó un GWP de 1. Por lo tanto, un GWP de 25 equivale a 25 veces el potencial de calentamiento global de CO₂. Otros gases de efecto invernadero se convierten a equivalentes de CO₂ (CO₂e) para establecer una comparabilidad.
El resultado de un balance de CO₂ es la huella de carbono. Esta ofrece información sobre la cantidad de gases de efecto invernadero que emite una empresa, un producto, un proceso, un proyecto o un evento. La huella de carbono se indica en equivalentes de CO₂ (CO₂e).
Janitza le ayudará gustosamente a determinar los indicadores clave de rendimiento para su huella de carbono.
Huella de carbono corporativa (CCF, por sus siglas en inglés)
En el caso de la huella de carbono corporativa se determinan todas las emisiones de gases de efecto invernadero de una empresa durante un año y se resumen en un balance de CO₂. La huella de carbono individual es un instrumento importante y útil para evaluar el impacto climático específico de una empresa. Con ayuda de la huella de carbono pueden derivarse los objetivos de reducción y las medidas adecuados, y representarse en el informe de sostenibilidad.
Además, la huella de carbono permite reconocer rápidamente qué áreas de la empresa son las que más gases de efecto invernadero emiten y dónde se encuentra el mayor potencial para adoptar medidas de reducción. Esto también tiene una gran importancia económica, pues los mayores generadores de emisiones a menudo también son los mayores generadores de costes en la empresa.
Por lo tanto, la huella de carbono corporativa, determinada de forma periódica, es un importante indicador del progreso y del éxito del compromiso de sostenibilidad de una empresa.
Huella de carbono de producto (PCF, por sus siglas en inglés)
La huella de carbono de producto (PCF) designa el balance de las emisiones de gases de efecto invernadero a lo largo del ciclo de vida completo de un producto específico.
La huella de carbono de producto adopta una perspectiva holística que va desde la adquisición de las materias primas hasta la entrega (“de la cuna a la puerta”) y posiblemente incluso tiene en cuenta la duración de uso y la eliminación de residuos (“de la cuna a la tumba”).
La huella de carbono de sus productos también puede derivarse del balance de CO₂ de su empresa. Esto le permite cuantificar las emisiones de CO₂ en relación con los productos o pedidos e identificar los pedidos de los clientes o los servicios individualmente en cuanto a sus emisiones de CO₂. De esta manera, usted como empresa da a sus clientes la posibilidad de contribuir de forma específica a la conservación del medio ambiente.
El núcleo de la gestión climática en la empresa es la contabilización de los gases de efecto invernadero, que crea transparencia acerca de las mayores fuentes de emisión en la empresa y permite deducir potenciales de reducción. Alrededor del 75 % de las emisiones de gases de efecto invernadero a escala mundial es generado por la transformación de vectores energéticos, como carbón, petróleo o gas natural, en electricidad, calor o combustibles, por lo que este ámbito también ofrece el mayor potencial de ahorro.
La información de las empresas referida al clima divide las emisiones de gases de efecto invernadero en 3 alcances:
A menudo, la determinación de las emisiones es un desafío complejo que requiere el apoyo de unos socios externos. Sin embargo, los indicadores clave de rendimiento necesarios pueden determinarse por medio de unos dispositivos de medición y unas soluciones de software adecuados. Además, si la empresa ya dispone de un avanzado sistema de gestión energética, el esfuerzo adicional para una ampliación a la gestión climática es mínimo, por ejemplo, parametrizando los dispositivos de medición en el software GridVis® y agregando el panel de CO₂.
La contabilización puede llevarse a cabo tanto a nivel corporativo (huella de carbono corporativa, CCF) o a nivel de producto (huella de carbono de producto, PCF). Como marco normativo se utilizan el Protocolo de GEI (GHG, por sus siglas en inglés), así como las normas ISO 14001, ISO 14064 e ISO 14067.
La CSRD exige de las empresas que están sujetas a esta obligación unos amplios indicadores clave de rendimiento en materia de consumo energético y balance de gases de efecto invernadero. Janitza le ayudará gustosamente a determinar estos indicadores clave de rendimiento.
Con temas como los recursos, las aguas residuales y los residuos, la gestión climática forma parte de la gestión medioambiental que, a su vez, se integra en la gestión de la sostenibilidad. A diferencia de otras áreas, como la gestión energética, aún no existe ninguna norma explícita para un sistema de gestión climática estructurado.
Sin embargo, a tal efecto pueden utilizarse partes de un sistema de gestión medioambiental según ISO 14001. Para determinar la huella de carbono corporativa (CCF) y la huella de carbono de producto (PCF) existen diferentes normas, particularmente el protocolo de GEI (GHG Protocol), la norma ISO 14067 y la norma ISO 14064. Estas se utilizan como principios más comunes para un balance de CO₂ o para la creación de una prueba de información o de un certificado.
A menudo, el reglamento EMAS (Eco-Management and Audit Scheme) constituye la base de los sistemas de gestión medioambiental. Se considera un estándar voluntario para la gestión medioambiental y fue desarrollado por la Unión Europea.
Adicionalmente, la Directiva de Información Corporativa en materia de Sostenibilidad (CSRD, por sus siglas en inglés) de la UE regula la divulgación de información no financiera, incluyendo los datos climáticos, para determinadas empresas en la Unión Europea.
Los diferentes estándares en los ámbitos de la gestión energética, climática y medioambiental coinciden en algunas partes. Por ejemplo, el reglamento EMAS también contiene los contenidos básicos de la gestión climática. Además, los requisitos y las normas pueden variar en función de la región y del sector.
Con el fin de minimizar lo más posible las consecuencias del cambio climático, es necesario reducir drásticamente las emisiones de gases de efecto invernadero y adoptar medidas para la protección climática. Aunque la sostenibilidad tenga muchos aspectos, tanto en la percepción pública como en la futura directiva CSRD, la protección climática ocupará un primer plano, centrándose en el consumo energético y en el balance de gases de efecto invernadero. El ahorro de CO₂ se ha identificado como uno de los factores más importantes en los esfuerzos de la economía por una mayor sostenibilidad. Además, se identifican otras ventajas:
Un sistema de gestión energética existente es la base fundamental para la ampliación a un sistema de gestión climática, porque gran parte de las emisiones de CO₂ se originan durante la generación de energía para la empresa, de modo que en la mayoría de los casos el alcance 1 y el alcance 2 ya están disponibles casi por completo o pueden determinarse de forma relativamente sencilla.
El esfuerzo adicional para una ampliación a un sistema de gestión climática es mínimo, por ejemplo, mediante la parametrización de los dispositivos de medición en el software GridVis® y la ampliación con el panel de CO₂.
¿Tiene preguntas? No dude en ponerse en contacto con nosotros, aquí encontrará a sus personas de contacto.